El primer paso hacia un mal resultado: tu primer mensaje al cirujano fue "precio"

Desde luego el valor que tendrás que solventar para tu cirugía es importante pero, ¿No sería bueno saber que estás comprando?

Dr. Leonardo Morales V.

10/21/20243 min read

Uno de los comportamientos que me resulta más frustrante y, debo decir, decepcionante como cirujano plástico es recibir mensajes en mi celular con una única palabra: "precio". Este tipo de consultas, que ponen el valor como único factor para decidir si se pondrán o no en mis manos, son un claro ejemplo de cómo algunos pacientes confunden una cirugía plástica con la compra de un producto. Pero, la realidad es que tu vida no es un producto y tratar tu salud de esa manera es una conducta tremendamente peligrosa.

¿De dónde nace este error?

Estamos acostumbrados a que constantemente nos bombardeen con promociones de productos. Cuando compras un televisor o un celular, es lógico buscar un precio más bajo, ya que en muchos casos el producto es el mismo, independientemente del vendedor. Sin embargo, trasladar esa misma lógica a una cirugía plástica es un gran error. A diferencia de un producto de consumo, tu cirugía plástica no es algo que puedas comparar como si fuese una simple transacción comercial.

La peligrosa oferta de cirugías "baratas"

Hoy en día, es cada vez más común encontrar cirujanos, e incluso personas que ni siquiera son médicos, ofreciendo "cirugías plásticas" a precios absurdamente bajos. En estos casos, el precio sí es más barato, pero a costa de sacrificar la calidad, la seguridad e incluso la legalidad. Algunos ejemplos que he visto incluyen:

  • Estilistas inyectando bótox

  • Cosmiatras aplicando ácido hialurónico

  • Médicos generales realizando lipoesculturas

No hay duda de que estos procedimientos serán más económicos, pero aquí viene la verdadera pregunta: ¿cuándo fue la última vez que algo extremadamente barato resultó seguro y duradero?

Casos extremos: pagar con tu vida o tu salud

La comparación entre cirujanos especializados y aquellos que realizan procedimientos sin las credenciales adecuadas es alarmante. Conozco colegas que, con toda la formación y experiencia necesarias, cobran hasta $5,000 por una rinoseptoplastia (cirugía de nariz), mientras que hay médicos sin especialidad que hacen lo mismo por $350 en consultorios, utilizando solo anestesia local. Sin embargo, el verdadero riesgo no está solo en el precio, sino en el resultado final: procedimientos mal realizados, deformidades permanentes e incluso la pérdida de la vida son algunos de los resultados de estas "cirugías baratas".

La importancia de saber lo que estás "comprando"

Cuando se trata de cirugía plástica, lo que estás pagando no es solo el trabajo de unas horas en quirófano. Estás invirtiendo en seguridad, experiencia y un resultado que sea funcional, estético y duradero. He explicado en mi publicación anterior los costos desglosados de una cirugía y por qué un procedimiento con todas las medidas adecuadas tiene su precio.

El precio no debería ser tu primer filtro. El valor que realmente importa es el de la seguridad y calidad. Si quieres un buen resultado estético y, por supuesto, salir vivo de tu cirugía, tu prioridad no debe ser encontrar la opción más barata, sino informarte sobre:

  1. Certificaciones y experiencia del cirujano: ¿Está registrado su título en la SENESCYT? ¿Tiene formación específica en cirugía plástica?

  2. La clínica: ¿Cuenta con el equipo adecuado y las instalaciones para manejar cualquier eventualidad durante la cirugía? ¿Tiene acceso a una UCI o emergencias en caso de complicaciones?

  3. El equipo quirúrgico: ¿Quiénes estarán en el quirófano durante tu cirugía? ¿El cirujano trabaja solo o cuenta con un equipo especializado (anestesiólogo, instrumentista, ayudante quirúrgico)?

Un buen resultado requiere una buena inversión

Antes de preguntar el precio, asegúrate de tener claro el valor de todo lo que hay detrás de una cirugía plástica bien hecha. Tu vida y tu salud están en juego. Si lo único que te preocupa es cuánto vas a pagar, te estarás enfocando en el punto equivocado y exponiendo a riesgos innecesarios. Las cirugías plásticas no son un lujo superficial, son intervenciones que deben realizarse con los más altos estándares de seguridad.

Reflexión final: Calidad sobre precio

Imagínate en un restaurante donde el cocinero corta la carne directamente sobre la mesa donde van a comer los comensales, y luego la deja a un lado mientras corre a revisar si el arroz no se quema, todo mientras maneja el dinero y cuenta las monedas de quien ya pagó. ¿Comerías allí? Es probable que no. Del mismo modo, si tu vida está en juego, ¿por qué elegirías el lugar más barato para someterte a una cirugía? No te mereces menos que lo mejor.

Recuerda, la cirugía plástica no es un producto más. Tu bienestar debe ser siempre la prioridad, y solo después de conocer todos los detalles sobre la clínica, el equipo y la seguridad, puedes preguntar tranquilamente: "Precio".

Toma la tarea de investigar a fondo antes de tomar una decisión, y asegúrate de que el cirujano y su equipo tengan la experiencia, certificación y el entorno adecuado para brindarte un resultado exitoso y seguro.